Un garito para 5000 personas

DSC_0082Están llenos de rabia y de raza. De esa que hace que cada canción suene diferente en directo sin grandes arreglos ni más artificios que unas guitarras afiladas,  una percusión contundente y mucha adrenalina.  Los de M Clan tienen mucha clase y lo saben. Con la energía y la arrolladora presencia de Carlos Tarque,  los primeros acordes de Calle sin luz ya consiguieron que las 5000 gargantas congregadas en el Barclaycard arena empezaran a gritar. Rock para celebrar las fiestas, una reunión de amigos sobre y bajo el escenario para cargar las pilas para el próximo año.

Era el mismo concierto que la banda murciana había ofrecido en el Price en junio para celebrar sus 20 años de oficio, aunque finalmente añadieron un tema de Arenas Movedizas, su último trabajo de estudio. Noche de aullidos relanzó la velada después de temas más suaves como Palabras que me dijiste o Basta de blues. También Me voy a dejar llevar, que Tarque interpretó con otro animal de los escenarios, aunque DSC_0065aquí Leiva supo mantenerse detrás de su guitarra y no intentó imponerse al anfitrión.  Su química es evidente y se ha podido disfrutar en otros proyectos musicales como lo fue Gran Cañón.

El punto fuerte de M Clan es el directo.  Es donde se vacían con las ganas del primer concierto y la fuerza del último.  Buena parte de ese impactante show la tiene la presencia y personalidad del frontman Carlos Tarque, aunque la pasada noche de martes,  su otra mitad, Ricardo Ruipérez,  se encargó por momentos de reclamar la primera línea del escenario tras su guitarra y animar al público dirigiendo miradas cómplices y sonrisas con el hombre con  el que lleva 20 años compartiendo escenarios y kilómetros, desde que eran dos jóvenes con melenas y rizos. En esos momentos Tarque bromeaba desde el fondo con Prisco y Chapu,  guitarra y bajo,  y es que la complicidad con los miembros no fundadores del grupo es total.

DSC_0048El rock’n’soul de esta pequeña banda de Murcia, como recordaba el frontman consiguió caldear el ambiente entre los temas más duros de sus primeros discos, con un Perdido en la ciudad que sonó especialmente eléctrico, y los temas más reposados como Gracias por los días que vendrán que Tarque y Ruipérez interpretaron solos, la voz cálida de uno apoyada en la mano suave del otro como hacen desde hace dos décadas.

Sin título-1Faltaron Fito y Bunbury, lo que hizo que ese momento catártico que fue Miedo no se repitiera con la misma fuerza que le dieron el maño y el murciano y dejó un poco frío el final. Las presencias de Ovidi y Fortu,  que brilló en Maxi ha vuelto, completaron las novedades.  Entre los invitados más ovacionados volvieron a estar Don Miguel Ríos y Ariel Rot, que derrochó elegancia en Me estás atrapando otra vez. Pero sin duda los protagonistas fueron ellos y ese rock desnudo que tocan con el mismo desgarro que tenían cuando tocaban en salas pequeñas para un grupo de incondicionales, que parece que sigue creciendo.

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