Nos deja el blanco de voz negra

Joe Cocker, Los Angeles, 18.04.2010-008452_0

Acostumbro a leer con música en la cama antes de dormir y el móvil me despierta continuando con la música que dejé a la noche. El lunes 22 me desperté con You are so beautiful. Mi primer día de vacaciones navideñas. Me encaminé al bar de mi amigo Paco al son de Unchain my heart, y andaba empapando mi tostada de aceite con ajos oyendo So god, so right, cuando aparece en el televisor, silenciado, una foto de Joe Cocker y un rótulo, Muere Joe Cocker tras una larga enfermedad.

Terminaba la década de los 80 y un niño comenzaba a hacerse adulto, buscando sentido a las respuestas de la vida. Era una de esas series destinadas a perdurar, pero lo que se grabó en la memoria de muchos fue ese grito desesperado. Consiguió lo que pocos consiguen. Mejorar un tema de los cuatro de Liverpool. Hacerlo suyo y llenarlo de dolor y sangre. De esos excesos por los que se había arrastrado desde los lodos de Woodstock. With a little help of my friends se convertiría en uno de esos estribillos que uno susurra cuando el mundo carece de sentido.

Hace unos días me preguntaban ¿Para tí, la música cuenta historias o transmite sentimientos?. Pensé un poco, no demasiado, en mis gustos musicales y caí en la cuenta de que la música que realmente escucho es la que me transmite sentimientos. Las historias cantadas acaban aburriéndome y que me perdone Bob Dylan. Es algo muy subjetivo, muy personal y resultan sorprendentes los distintos mecanismos que los disparan. Pueden ser las letras, la música, el carisma del intérprete o  la nostalgia. O todo a la vez, y Lennon escribió Imagine.

Joe Cocker en Woodstock, en 1969

Joe Cocker en Woodstock, en 1969

Descubrí a Joe Cocker en una tienda de discos, entre Beatles, Rollings, Jefferson Airplane, Who, etc. Entonces no había Internet ni descargas, así que nos llevábamos dos o tres para probarlos, los copiábamos en cassette y volvíamos a devolverlos, aunque siempre pagábamos alguno por mantener la confianza de la tienda. Por el título del disco With a little help from my friends y algunas de las pistas pensé que se trataría de versiones rockeras de temas consagrados. No sólo descubrí a Cocker, también el Blues, el Soul, el Jazz…

Él era así, personal, convertía en algo propio todo lo que tocaba. Era capaz de elevar una canción de striptease hasta protagonizar los sueños eróticos de medio mundo. Su voz rota por las drogas y el alcohol, su desgarro… Una de esas voces que con solo comenzar a pronunciar una frase materializa la oronda figura del británico en la cabeza del oyente. . Y si no suena en las tripas, desde las tripas, no es buena música y aquello lo hacía, vaya si lo hacía. Sin estridencias, agudos desmedidos o percusiones endiabladas, sonaba pausado, tranquilo, hondo…

The Avengers, primera banda de Joe Cocker al que vemos con las maracas

The Avengers, primera banda de Joe Cocker al que vemos con las maracas

La voz grave, rota, del blanco de voz negra se apagó poniendo fin a una gira que inició a los 12 años en la banda de su hermano, y, más tarde, con su primer grupo en serio, The Avengers en el que se presentaba como Vance Arnold, versionando a Chuck Berry y Ray Charles. Su actuación como teloneros de los Rolling Stones en Sheffield supuso el comienzo de una dilatada carrera hasta convertirse en la mayor figura del rock y el soul que ha dado el Reino Unido.

Gira 2011 - Concierto en Viena

Gira 2011 – Concierto en Viena

Se atrevió con todo y con todo pudo, con todo y con todos. Nadie podrá olvidar su voz desgarrada ni su mítica actuación en Woodstock o sus 65 conciertos en 57 días. Joe nos deja un legado musical en casi 40 álbumes que han ido jalonando muchos de los momentos de nuestras vidas, llenando nuestras almas y nuestros corazones.

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