Decepcionada con Logan y sus coleguis
Hay quien se sorprenderá. Mucho cine alternativo, mucha peli de autor pero ayer me fui a ver la última de X-men. Será por lo de sentirse diferente pero colecciono cómics de los mutantes desde mi más tierna infancia. Los tengo en los más variados formatos y tamaños. Así que con un buen bol de palomitas me metí a verla (para no traicionar mucho mi alma cinefaga, al menos en versión original).
Prometía. Las dos últimas películas de la saga me habían dejado más que buen sabor de boca y la última película del Capitán América (que más parecía una nueva entrega de Los Vengadores) mostraba una fidelidad a los personajes que me hacía vibrar ante el despliegue frente a Apocalipsis.
Pero tarde 10 minutos en preguntarme qué película estaba viendo. Porque para mí Singer hace lo peor que puede hacer: traicionar a los personajes que todos hemos amado. No es ya por la configuración imposible de la patrulla ya que Stan Lee ha jugado tanto con los miembros y los tiempos que ya hasta el más fiel seguidor duda hasta cuando se unió quien… Pero…¿desde cuando es el estirado de Cíclope un chico macarra que hace pellas? ¿Tiene la nada sosa, en los cómics, de Jean Grey que vestir y comportarse como su madre? ¿Mariposa mental una de los morlocks? ¿Y Bobby hombre de hielo?¿Mística profesora de la escuela? Y así una larga serie de preguntas sin respuesta que se van amontonando en dos horas y media de película que se habrían solucionado con una y media. Una hora y cuarenta y cinco siendo generosos.
Por no hablar ya de la aparición de Hugh Jackman, que tenía que estar pero cuyo encaje temporal era tan complicado que hace que su presencia suene a pastiche. Si lo van a meter que lo metan bien pero claro, enfrentar a un Logan de 50 años con un niñato de 17 como Scott Summers, en esta entrega, por el amor de Sansa Stark quedaba aún peor… Por decir algo, porque en esta entrega todos los líos amorosos de los mutantes se quedan en suspenso (otra duda más frente a los piques constantes entre los jóvenes estudiantes desde los 60 hasta nuestros días). Así que una escena de compromiso para solucionar la papeleta a los imberbes chicos X. Supongo que han intentado hacer algo similar a lo que intentaron con los últimos 4 Fantásticos (y digo supongo porque como el inteligentisimo Chris Evans, mejor abandonar la saga): acercarlos al público joven. Pero es que aquellos cómics ya estaban escritos para el público joven. Claro que igual éramos otros jóvenes.
Los efectos bien y de parte de las interpretaciones nada que objetar. Muy por encima del guión al que daban vida. MacAvoy y Fassbender son una pareja que debería tener más minutos juntos, Oscar Isaac esta reconocible bajo el maquillaje azul cómo el actor que nos emocionó cómo Llewyn Davis… Pero por desgracia se apoyan más en unos actores jóvenes que carecen de chispa, más allá de un Evan Peters como Mercurio (a pesar de que su principal escena pierda gracia al haberla visto ya en la entrega anterior de la saga).
Así que frente al subidón de adrenalina que pretendía tener al salir del cine me encontré preguntándome para que desperdiciar así una historia tan buena y por que maltratar así a los personajes a los que generaciones y generaciones han tenido en sus estanterías. Al menos, la última escena entre Xavier y Magneto me dejo disfrutar de los dos únicos personajes que tienen sentido en la cinta y que deberían haber tenido el protagonismo que merecían.